Hergé y su colaborador Bob de Moor. |
Apreciaciones personales sobre Tintín y el universo creativo de Hergé, escritas por Antón García-Fernández en Tennessee, Estados Unidos.
Monday, May 20, 2019
Rarezas tintinescas: La primera versión en color de LA ISLA NEGRA (1943)
Una de las aventuras de Tintín que han gozado de mayor popularidad y de traducciones a más lenguas es La isla negra, y reconozco que se encuentra entre mis entregas favoritas de la serie y la he leído y releído en innumerables ocasiones. Es también uno de los títulos que más transformaciones sufrieron a lo largo de los años; de hecho, la versión que todos conocemos hoy en día es la última, publicada en la década de los 60, unos 25 años después de la primera versión en blanco y negro que apareció serializada en el Petit Vingtième en 1937-38 y que Casterman publicaría en forma de álbum poco después. Como todas las primeras aventuras de Tintín que originalmente se crearon sin color, Hergé redibujó y coloreó La isla negra en 1943, reduciendo a la mitad el número de páginas, con todo lo que eso significaría para una de las tramas de acción detectivesca más dinámicas entre las creadas por el dibujante belga. Pero la cosa no quedó ahí: cuando la editorial británica Methuen & Co. decidió finalmente publicar esta aventura con destino al mundo anglosajón en 1966, los responsables de la compañía solicitaron a Hergé que modernizara varios elementos que aparecen en la historia porque les parecía que visualmente había quedado un tanto desfasada. Hergé aceptó, al parecer sin rechistar, y envió a su colaborador Bob de Moor a Inglaterra para que tomase croquis y apuntes gráficos que posibilitasen la modernización que los editores ingleses deseaban. Desde luego, esta nueva revisión de la aventura está mucho más acorde con el momento histórico en el que se publicó, si bien no está exenta de ciertas incongruencias: en particular, la escena en la que Tintín se topa en la isla escocesa con un televisor, aparato mucho más común en los años 60 que en los 30, y que en la versión de 1943 recibía imágenes en color mientras que en la de 1966, curiosamente, las emitía en blanco y negro. Por fortuna, en 1986 la editorial barcelonesa Juventud sacó al mercado una traducción al español de la primera edición coloreada, cuya portada original aparece en la parte superior de esta entrada. El cotejo de esta versión con la más difundida realizada en los años 60 es fascinante, no tanto por diferencias en la trama—que no las hay—, sino porque nos da una idea muy precisa de la evolución artística que había experimentado Hergé en los más de veinte años que separan estas dos revisiones en color de una de las entregas más memorables de la saga tintinesca.
Monday, May 13, 2019
Rarezas tintinescas: DUPONT ET DUPOND, DÉTECTIVES (1943), de Paul Kinnet
El escritor belga Paul Kinnet |
Kinnet muy probablemente entró en contacto con Hergé en Le Soir, y en su biografía del dibujante, Pierre Assouline apunta que la idea para la novelita basada en los personajes de Hernández y Fernández se le ocurrió al propio Kinnet, que se la habría propuesto a Hergé en un café de la rue Royale en los siguientes términos: "Préstamelos [a los detectives] y en un par de días te entrego la primera parte de mi historia ya dividida en páginas, y todo lo que tienes que hacer es ilustrarlas". Hergé, que llevaba mucho tiempo sin ilustrar textos de otros autores, sin duda aceptó la propuesta con objeto de ganar tiempo, ya que por entonces no tenía aún claros todos los detalles de la siguiente aventura de Tintín y estas ilustraciones no le suponían demasiado trabajo. La novela nos presenta a Hernández y Fernández tomándose unas vacaciones en una granja después de regresar de la expedición de la búsqueda del tesoro de Rackham el Rojo, pero su descanso se ve interrumpido cuando una noche el dueño de la granja desaparece sin dejar rastro. Los dos detectives lograrán—de una manera muy forzada, eso sí—resolver el misterio, pero no sin antes verse inmersos en una serie de situaciones absurdas que ponen en evidencia su particular sentido de la lógica y de la deducción. En su estudio Hergé, fils de Tintin, el experto hergeano Benoît Peeters describe la historia como "mediocre", y no le falta razón, pues su calidad literaria es más que discutible y hoy en día sólo la recordamos por su relación con el universo de Tintín. De hecho, esta rareza nunca se ha publicado oficialmente en forma de libro, si bien puede encontrarse fácilmente en más de una página web (por ejemplo, aquí, donde se han escaneado las entregas originales tal y como salieron en Le Soir) y reviste interés para los tintinófilos sobre todo debido a las poco conocidas ilustraciones de Hergé que acompañan el texto y que sí valen mucho la pena.
Friday, May 10, 2019
Conferencias sobre Tintín: LOS IDIOMAS DE TINTÍN, por Pedro J. Rey Sanchiz
El tintinólogo y coleccionista gallego Pedro J. Rey Sanchiz. |
Wednesday, May 8, 2019
Tintín en catalán: LES JOIES DE LA CASTAFIORE
Que yo sepa, el catalán es la única lengua hablada en España, además del español, que cuenta con traducciones de todos los álbumes de Tintín. Ni el gallego ni el euskera pueden decir lo mismo, aunque, por supuesto, del futuro nada está excluido y esperamos que Tintín vaya hablando cada vez en más idiomas diferentes. La razón de todo esto, creo yo, es que Tintín ha gozado siempre de una enorme popularidad en Cataluña, que es tierra de notable actividad en lo que a Tintín y a la obra de Hergé se refiere, con tiendas especializadas, actos conmemorativos, conferencias y un sinfín de actividades tintinescas organizadas por multitud de entusiastas apasionados del gran dibujante belga y sus creaciones. La entrega de la serie que figura en mi colección en traducción catalana es Les joies de la Castafiore, publicada por la Editorial Juventud en el típico formato de los álbumes de Tintín, y que mis padres me trajeron hace unos años de un viaje a Barcelona, ciudad donde tienen varios amigos y que visitan de vez en cuando. La traducción corre a cargo de Joaquim Ventalló i Vergés, hombre polifacético que fue también periodista y poeta y que llegó a dedicarse a la política, y en la contraportada comprobamos que todas las aventuras de Tintín—incluso su viaje al país de los Soviets y la inconclusa Tintín i l'Art-Alfa—están disponibles en catalán. Curiosamente, Las joyas de la Castafiore es el álbum de Tintín que se ha traducido al mayor número de lenguas, lo que siempre me ha llevado a preguntarme por las razones que puedan justificar esto. En este sentido, dudo que sea el libro más fácil de traducir desde un punto de vista lingüístico, pues todos ellos presentarán sus dificultades. Me inclino más bien por pensar que su popularidad plurilingüe quizá pueda explicarse por el tipo de historia que Hergé construye en este álbum: una trama de misterio entre las cuatro paredes del castillo de Moulinsart, con la mayor parte de los personajes más reconocibles de la serie, sin un trasfondo histórico o político determinado y con más de un giro sorprendente en el relato. Todo ello contribuye a la creación de un volumen en cierto modo atemporal que trasciende barreras lingüísticas, geográficas y culturales.
Joaquim Ventalló, traductor de Tintín al catalán. |
Sunday, May 5, 2019
Tintín y Hergé, Vídeo 4: LOS CIGARROS DEL FARAÓN (1932-34)
Wednesday, May 1, 2019
Entrevistas con Hergé: Conversación con Jacques Chancel en Radioscopie (1979)
El periodista y escritor francés Jacques Chancel. |